D. Antonio Hellín Costa

Don Antonio Hellín Costa nace en Alcantarilla (Murcia) el 20/10/1915.

Estudia en la Escuela Normal de Murcia, obteniendo el título de Maestro de Primera Enseñanza, expedido el 21/11/1934, por el Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes de la República Española.

Participa de los llamados “Cursillos del 36”, que terminan precisamente en julio de ese año, estando previsto que los maestros que los habían superado con éxito, entre los que se encontraba, en el próximo curso 1936/1937 realizasen las prácticas para acceder a una plaza en propiedad. En estos “Cursillos del 36” conoce a Dª Inés Pérez Saura, con la que pocos años después contraería matrimonio.

​La Guerra Civil de 1936-1939, impide la culminación del proceso selectivo por el cual habría obtenido plaza de maestro en propiedad y, terminada la contienda, el Nuevo Régimen no da validez a los estudios y proceso selectivo que había realizado, obligándole a validar sus estudios, y vuelve a obtener el título de Maestro, que le es expedido por el Ministro de Educación Nacional, con fecha 04/05/1942.
Se presenta y obtiene plaza en las oposiciones de Magisterio convocadas en 1945, precisamente ese mismo año, el 25 de agosto se celebra su boda con Dª Inés Pérez Saura.

Dª Inés había podido participar en las oposiciones de 1941, obteniendo plaza. Fue destinada a Alcantarilla hasta que en 1946 se le asigna plaza en propiedad en Puerto de Mazarrón, que ocupa hasta su jubilación, ya como Maestra de la Graduada Manuela Romero.

Don Antonio, en 1945 es destinado a Zaorejas (Guadalajara), consiguiendo en 1946 ser destinado a Mazarrón. Tiene escuela primero en la pedanía de Gañuelas y después en las Balsicas, a las cuales se desplazaba desde el Puerto, bien andando o bien en bicicleta y, a veces, en el camión que trasladaba a los mineros de la mina de Isla Plana.

En 1947 concurre a un proceso selectivo celebrado en Valencia y gana la plaza de Maestro de la Escuela de Orientación Marítimo Pesquera del Puerto de Mazarrón, que ocupa hasta avanzados los años 70, cuando desaparecen este tipo de escuelas, y se integra en el Claustro de Profesores de la Graduada Manuela Romero del Puerto de Mazarrón, donde permanece hasta su jubilación en 1983. Con tal ocasión se le dedicó un emotivo y multitudinario homenaje.
Pocos años después, también tuvo la satisfacción de ver cómo a la calle en la cual vivía se le ponía el nombre de “Maestro Antonio Hellín”.

Muere en el Puerto de Mazarrón el 20 de agosto de 1990.

En los años 50 inicia la preparación de alumnos libres de Bachillerato, con arreglo a los programas oficiales, matriculando libres a los alumnos masculinos en el Instituto Alfonso X “El Sabio” de Murcia, y a las alumnas en el Instituto femenino Saavedra Fajardo, también de Murcia.

En esta labor le ayudaron, y se le unieron, otros maestros del Puerto de Mazarrón, como Dª Anita Sáez, D. Salvador Quiles, D. Andrés Picón y D. Francisco Navarro, que no era maestro pero daba unas magníficas clases de matemáticas, así como los párrocos del Puerto, que impartían clases de latín, entre los que recordamos a D. José Ruiz Arenas. Es de destacar que alumnos de los años 50 como D. Segundo Muñoz Vidal y D. Pedro Navarrete Maestre, luego se incorporaron, como profesores, a impartir estas clases de preparación de Bachillerato.

D. Antonio impartía, normalmente, las clases de Geografía, Religión, Historia y Gramática, sin perjuicio de ocuparse de cualquier otra asignatura, si la ocasión lo requería.

Esta labor obligaba a todos los maestros intervinientes a un continuo proceso de actualización y a estar pendientes de los cambios de los programas oficiales. D. Antonio se ocupaba de buscar los libros de cada materia más ajustados al programa oficial, que normalmente encargaba en la conocida librería de Murcia González Palencia.

En el mes de junio de cada año los alumnos, en los días señalados para los exámenes de cada curso, eran llevados a Murcia, normalmente en taxis del Puerto, acompañados por D. Antonio y, a veces, por otros maestros, cuando había coincidencia de fechas y horarios, para asistir y animar a los alumnos, antes y entre cada examen.

En verano también se impartían clases para los alumnos que habían suspendido alguna asignatura, pocos, hay que decirlo, pues los alumnos del Puerto de Mazarrón siempre respondieron perfectamente. A estas clases de verano se incorporaban, también, veraneantes que tenían alguna asignatura suspendida, y el horario de clases tenía en cuenta la “sagrada hora del baño”; sólo los alumnos de 4º de Bachiller o pendientes de Reválida tenían clases por la mañana, hasta la una del mediodía.

Esta labor iniciada, como hemos dicho, en los años 50 perduró hasta los 70, cuando se implantó la Educación General Básica (EGB), y logró importantes frutos, pues en el Puerto de Mazarrón, una población que en estos años oscilaba entre los 3.000 y 3.500 habitantes, obtuvieron el título de Bachiller cientos de niños y niñas, también de Bolnuevo e Isla Plana, entre otras poblaciones cercanas, accediendo muchos de ellos a la Universidad, por lo que se puede decir que el Puerto de Mazarrón ha obtenido uno de los mayores porcentajes de Bachilleres y Universitarios de España en la época, lo que sin duda no habría tenido lugar sin la preparación impartida por don Antonio y los maestros que colaboraron con él durante estos años, ya que las posibilidades económicas de cursar estudios en Murcia, Cartagena o Alicante estaban, lógicamente, al alcance de muy pocos.

Los que fueron alumnos suyos, aprecian que tenía un don especial para conectar, motivar y hacer agradable el aprendizaje. Aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo saben que tenía una calidad humana excepcional, dispuesto siempre a escuchar y ayudar a los alumnos, padres, compañeros y vecinos. No transmitió sólo conocimientos técnicos, sino un comportamiento ético.
De aquellos alumnos, muchos terminaron estudios superiores y se dedicaron a la enseñanza, siendo los que quizás, en mayor medida, han mantenido su recuerdo y ejemplo, y han promovido que el instituto de Puerto de Mazarrón lleve el nombre de nuestro maestro, D. Antonio Hellín Costa